Tintorera

La tintorera, que no es peligrosa, rondó la orilla durante unas horas hasta que desapareció mar adentro

Los paseantes que se acercaron ayer por la mañana a la playa de Daimús, en la Safor, para disfrutar del día soleado se encontraron con una sorpresa en el mar. A unos 100 metros de la orilla nadaba un tiburón. Su aleta sobresalía del agua. La Policía Local, según pudo confirmar este diario, cerró la playa al baño y se llegó a dar aviso al Oceanogràfic de Valencia, pero los biólogos no se desplazaron hasta Daimús porque el tiburón, una tintorera de unos dos metrso y medio, desapareció mar adentro horas más tarde. La playa volvió a abrirse al baño horas más tarde y no es peligroso nadar en esas aguas.
José Luis Crespo, veterinario del Oceanogràfic, confirmó a este diario que el tiburón "parecía haberse acercado a la orilla por razones desconocidas". El experto explicó que cuando un escualo de estas características se aproxima a aguas pocas profundas "suele ser porque está enfermo o desorientado". En este sentido, Crespo hizo hincapié en que las tintoreras, uno de los tiburones más comunes en las aguas del mar Mediterráneo y reconocido por su aleta caudal y por su aspecto fino y estilizado, no atacan a los seres humanos "a no ser que confundan un pie o una mano con una presa o que se les golpee".

Se alimenta de caballas o arenques
La tintorera, o tiburón azul, es relativamente frecuente en las aguas de la Comunitat Valenciana. Su alimentación se constituye básicamente de peces como caballas, arenques, meros, jureles, bonitos, gádidos, calamares y aves marinas. Normalmente caza en parejas o grupos pequeños para ayudarse a dispersar los cardúmenes. En su búsqueda de alimento puede recorrer grandes distancias: se estima que pueden viajar hasta 5.500 km.

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